martes, 16 de junio de 2009

La mejor compañía para viajar




Ayer, tuve la oportunidad de viajar con el mejor compañero de viaje. Al desplazarme rumbo a mi trabajo, jamás creí que mi viaje fuera tan placentero.
Todo empezó cuando, me subí al autobús, pagué mi pasaje y busqué con los ojos un asiento desocupado. Todos estaban llenos, incluso había gente de pie, a excepción de aquel asiento, al lado de mi compañía ideal, era como si el destino nos llamara a sentarnos juntos. Yo me senté a su lado, y noté como los demás se me quedaban viendo, sin duda envidiando mi situación.

Fue mi compañía perfecta al viajar, porque no me preguntó la hora como excusa para iniciar conversación. Se mantuvo callado todo el viaje, permitiéndome disfrutar del paisaje. Tampoco se sentó como si el asiento fuera escriturado a su nombre. A pesar del calor, no emitía ninguna clase de olores corporales, y sobretodo no intentó sobrepasarse.

Cuando llegué a mi destino, descendí del bus, sin despedirme, pero dirigiéndole una última mirada de adiós. Y entonces comprendí que mi mejor compañía de viaje, eran 3 gotas de agua lluvia.

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Ayer en mi ciudad, cayó una verdadera tormenta (rayos incluidos). Cuando me ví en la obligación de tomar el transporte público, ya había amainado, pero las calles eran ríos artificiales.

El bus al que me subí, tenía una trampilla en el techo, que al quedarse abierta por descuido del conductor, permitió que el agua entrara y mojara algunos asientos. En el momento en que me subí, solo quedaba un puesto disponible, el único, porque estaba mojado con agua lluvia. ¡¡¡Incluso había gente de pie !!!. Yo, precavida como siempre, llevaba una toallita, con la cual sequé mi puesto, pero no me tomé la molestia de secar el asiento del lado.

¿Como es posible que la gente no lo hubiera secado antes? Tal vez por lo que dice el refrán, “lo que no nos cuesta, hagámoslo fiesta” refiriéndose a que no tenemos la cultura de cuidar las cosas públicas. Fue gracias a esa desidia pública que pude viajar cómodamente sentada, sin compañías desagradables

Así que mi consejo del día de hoy, si quieren viajar cómodamente, pongan dos o tres gotas de agua en el asiento contiguo (no sirve mojarlo completamente, porque pueden acusarlos de vandalismo), o coloquen una bolsa vacìa (no lleven una bolsa llena de cosas, porque se verá muy claramente su malvada intención. Verán como la gente no se toma la molestia ni de secar el asiento, ni de quitar la inocente bolsa vacía.


Hasta la próxima ^_^

2 comentarios:

Nomada dijo...

excelente idea!!!

martin jr dijo...

el primero bello, pero el segundo un poco malvado jaja.